...La calle no dejaba de moverse, inquieta, era su momento, el tiempo de empezar de nuevo. Calle, asfalto, casa, nube...Lecci continuó subido en el tiovivo durante horas y horas. No bastaron los recuerdos ni siquiera para crear la ilusión de vivir entre lo injusto y lo absurdo. Aquel año el invierno no pasó de largo, de nada sirvieron los padrenuestros de las viejas negras de bata y blancas de pelo. Aquel invierno tuvo la necesidad de traernos voces del pasado, brisas del tiempo y del miedo. Nadie lo culpó por aquello, no fue justo darse por vencido tan pronto, él no lo merecía a pesar de todo.
-Lecci, por fin te encuentro, ¿Qué haces aquí? me temía lo peor.
-¿Lo peor Mario? ¿Y qué es lo peor? encontrar algo, perderlo, no son tan distintos si lo piensas bien. Todo es tan insignificante a veces.
-Levántate Lecci, por fin volvió a casa.
Lecci levanto la mirada como preso de un miedo irremediable, un temor absurdo y perfecto que le quitó los años con un golpe de oreja. No era posible. Mario no podía entenderlo.
No era posible...

-Lecci, por fin te encuentro, ¿Qué haces aquí? me temía lo peor.
-¿Lo peor Mario? ¿Y qué es lo peor? encontrar algo, perderlo, no son tan distintos si lo piensas bien. Todo es tan insignificante a veces.
-Levántate Lecci, por fin volvió a casa.
Lecci levanto la mirada como preso de un miedo irremediable, un temor absurdo y perfecto que le quitó los años con un golpe de oreja. No era posible. Mario no podía entenderlo.
No era posible...

1 comentario:
Y es que todo es posible....yo creo en ello.
Bikos mil.... ;)
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